miércoles, 17 de marzo de 2010

De lo que aconteció con Tita Cervera...


Tita Cervera
(En ésta biografía, falta su matrimonio con Espartaco Santoni.)
En la ciudad donde vivo desde hace más de treinta años, al norte de Madrid, disfrutábamos de un gobierno municipal de izquieras que se prolongó durante más de veinte años y que nos llevó, casi sin darnos cuenta, a la vanguardia de muchas cosas. Empezamos a tener asociaciones, a tener parques, a poder hablar líbremente con el alcalde, a reivindicar en fin, cosas que en aquellos momentos eran importantes. Fue una etapa muy buena, tan buena, que los PPeros hoy están todavía, cobrando réditos de aquello...
Teníamos una Casa de la Cultura como pocas y, por supuesto, el espacio se podía ocupar con cualquier tipo de actividad que los ciudadanos promovieran.
Mis dos amigas catalanas y yo quisimos crear una asociación parecida lo más posible al Círculo Catalán en Madrid. Sabíamos que era difícil, por eso nos dispusimos a la caza de empresas o personas que quisieran subvencionar nuestra idea. Hacíamos las reuniones un día a la semana en la Casa de la Cultura y allí nos quedábamos durante dos horas, hablando, elucubrando, soñando y sobre todo, esperando que gente nueva apareciera y se uniera a nosotras. Poco a poco, conseguimos un grupito de personas simpáticas y dispuestas a ayudar en lo que fuera. Nuestra convocatoria semanal estaba abierta a cualquiera que sintiera la cercanía de Catalunya en algún aspecto y no necesariamente por ser catalán.
Un día, en la Casa de la Cultura aparecieron seguratas de 4x4 bien trajeados y llenando la calle de coches y curiosos. No sabíamos qué estaba pasando así que, nos dispusimos a cotillear desde el primer piso, apoyadas en una barandilla que a su vez daba al patio común, antesala del gran salón de actos que, con las puertas abiertas, nos mostraba una decoración seria con luces suaves, un piano en un lateral y un montón de camareros y camareras de punta en blanco.
Desde nuestra atalaya, vimos cómo entraban el alcalde, algunos concejales, el director de la revista local (con el que había hablado por teléfono varias veces porque publicó algunos de mis relatos), etc., hasta que por fin, vimos aparecer al Barón y a la Baronesa.
Nos quedámos atónitas. Lo menos que nos habría pasado por la cabeza aquella tarde era ver a una de las parejas de moda de aquél momento... pero pasó. Y, con las ocurrencias que nos caracterizaban a Mª Dolores y a mí en aquella etapa de nuestras vidas, pensamos que podíamos intentar conseguir la ayuda de Tita Cervera, ya que era catalana y era rica...
Yo soy tímida, y antes mucho más así que, fue mi amiga la que me ayudó a decidirme. Primero para bajar las escaleras... después para entrar en el salón de actos... allí me encontré con el director de la revista local y me atreví a presentarme... nos ofrecieron un vino, tomé la copa y departí con el periodista... aquello me hizo sentir más confiada y preparada para el momento que estaba viviendo... los corrillos de gente se movían... apareció el alcalde y, como a mí la política y los políticos nunca me han intimidado, ahí que me lanzo para decirle lo que pretendíamos... Mª Dolores no se lo esperzaba y la dejé sorprendida... jejejeje...
Al Alcalde le pareció buena idea nuestra iniciativa así que, cuando se movió el siguiente grupo y llegaron los barones a saludar, allá que les estampamos la petición...
La baronesa dijo algunas palabras en catalán y nos aseguró que, en realidad, la catalana era su madre y no recuerdo bien si dijo que, por causa de nacimiento o porque siempre había vivido allí, o por ambas cosas... no como ella que, según sus propias palabras, en realidad no había vivido mucho en Catalunya.
El barón le preguntaba cosas en inglés y ella le contestaba sonriente también en inglés. Él también sonreía, en realidad no hacía mucho más... aunque se intesó por algunos detalles en concreto. Estuvimos durante un ratito hablando de lo importante que era hacer nuevas cosas y luchar por ellas.
La baronesa nos ofreció ayuda. Nos dijo que le redactáramos un proyecto (ya lo teníamos) y se lo lleváramos a su casa. Lo hicimos, le llevámos con mucha ilusión todo un dosier de información a través de un miembro del grupo y, cuando llegó al punto exacto de La Moraleja donde Tita Cervera vivía (y vive, supongo), llamó al timbre, le abrió una persona, rocogió lo que Josep le dio y cerró la puerta. El compañero se quedó abrumado a pesar de lo poco que vio... ¡no llegó a ver ni la casa! "Aquello" era inmenso... por eso no la pudo ver.
Y... hasta hoy.
Y han pasado muuuuuuuuuuuuuchos años...
La asociación, tal como la habíamos pensado nosotras no duró mucho tiempo. Después derivó con subvenciones de La Casa de la Juventud por otros derroteros y nosotras sólo pudimos ser miembros honoríficos. Vivió unos años, mientras el amigo Josep pudo dirigirla.
Recuerdo que me quedé muy impresionada de lo guapa que era Carmen Cervera pero sobre todo por su altura, mucho más de lo que me esperaba. Iba muy bien vestida (no como ahora), muy bien peinada (no como ahora) y muy bien maquillada (no como ahora). Atendía a todo el mundo con una bonita sonrisa y aparentaba sencillez. El barón, también muy alto, era más feo aún de lo que me imaginaba y, nunca olvidaré, su mirada perdida y su actitud no muy bien disimulada de: "¡No me entero de nada!"
No recuerdo el día, pero todo lo que os he contado ocurrió hace muchos años... mi amiga, muy querida y con la que compartí muchas cosas, buenas y malas, ya no está con nosotros. Un cáncer se la llevó. El Barón tampoco vive y Tita Cervera, no parece la misma persona. El alcalde de aquellos días, hombre que hizo mucho por este municipio, ha sido "apartado" de la política con malas artes por algunos de sus compañeros, negándosele el reconocimiento que tanto merece, en mi opinión. La Casa de la Cultura no existe, en su lugar, están a punto de inaugurar un mamotreto de semejante calibre que, estoy segura, que desde alguno de los satélites que circulan por la órbita terrestre, se podría ver...
Yo sigo aquí... de momento.
La vida es inexorable.
Queralt.

1 comentario:

  1. jajajajja eres un libro, vaya historias que viviste , me gustan a mi personalmente la Varonesa no me cae bien, besos

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Sobre las autorías:

La mayoría de las fotos que ilustran este blog las he recogido en la red y son anónimas pero, si alguien se siente vulnerado en la autoría de alguna de ellas, no tiene más que decirlo y serán suprimidas o, se hará constar el nombre de su autor.